viernes, 27 de agosto de 2010

El terror que no necesita traducción

Un curso de formación para agentes afganos. Ése fue el motivo por el que nueve agentes de la guardia civil y dos soldados españoles, acompañados por un traductor español de origen iraní, se dirigían a la antigua base aérea de Qala-i-Naw, en Afganistán. Lo que parecía una simple lección armamentística que fortaleciera los conocimientos de los agentes se convirtió en tragedia el pasado 25 de agosto. El conductor del convoy, un talibán infiltrado, que introdujo a los agentes y los soldados en la base aérea les sorprendió al sacar un fusil de asalto y abatir a tiros a dos guardias civiles y al traductor que simplemente estaban haciendo su trabajo. El resto de compañeros contemplaron estupefactos la escena y respondieron al terrorista infiltrado disparando contra él. Demasiado tarde. Los cuatro hombres fallecieron pocos instantes después del ataque. El resultado: cuatro fallecidos y la duda sobre la conveniencia de las tropas en Afganistán.

Los féretros con los cuerpos de los tres fallecidos llegaron ayer a nuestro país, donde a los guardias civiles se les ha concedido la medalla al mérito a título póstumo de manos del Príncipe Felipe. Mañana se procederá a darles sepultura en sus respectivas localidades. Pero cuando todavía se siente en el aire la tristeza por la desgracia, es inevitable plantearse una pregunta: ¿es necesario mantener las tropas en Afganistán? ¿Están seguros los soldados en aquellas tierras tan lejanas? Países como Holanda ya han retirado sus tropas del lugar. Obama comunicó al mundo la fecha para el inicio de la retirada: julio de 2011. También han aparecido los que están en contra de esta medida, ya que opinan que es necesario hacer una retirada simbólica pero manteniendo el grueso de las tropas. Otros, como el comandante del cuerpo de marines de EE.UU., James Conway, opinan que conocer la fecha de la retirada "probablemente alienta al enemigo".

Los datos son significativos, pues, según publica hoy El País en su edición digital: "En los primeros ocho meses de 2010 han fallecido 462 soldados de la OTAN en Afganistán, según cifras del Pentágono. De ellos, 297 eran norteamericanos; 87, británicos; 13, canadienses, y 11, franceses. (...) A principios de agosto abandonaron Afganistán las 1.800 tropas holandesas que habían estado de servicio en aquel país. Y el año que viene saldrán los 3.000 soldados canadienses. Mientras, las 30.000 tropas de refuerzo enviadas por Obama desde EE UU acaban de llegar este mismo mes".

Sea como sea, ahora es momento de reflexionar e intentar tomar la decisión más adecuada para la seguridad tanto de los lugareños como la de los propios soldados que se encuentran en Afganistán. Este último atentado no ha hecho más que demostrar que, aunque se hablen idiomas distintos, el terror no necesita traducción.

1 comentario:

  1. Estimada señorita:
    Es nuestra ilusión que eche una ojeada a la última entrada del blog. En ella se dan diversos argumentos a favor la huelga general del 29 de septiembre. Los trabajadores se juegan en ella mucho, y es algo doloroso comprobar como muchísima gente, sobre todo entre los más jóvenes esto parece no importarle. También nos llenaría de alegría, si ese es su deseo, que dejase su opinión personal en relación a las opiniones vertidas en nuestra humilde web.
    Un saludo afectuoso desde tierras canarias.

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