lunes, 30 de enero de 2012

Como estamos en crisis...


Estamos en crisis. La frase más escuchada desde hace cuatro años en este país. Parece que con esta frase todo vale. Como estamos en crisis, cerramos Spanair y dejamos a la gente en tierra y a 3000 trabajadores en la calle. Como estamos en crisis, barajamos la posibilidad de cerrar Público y enviar a cientos de periodistas al INEM. Como estamos en crisis, podemos subir los impuestos, apretar a los trabajadores y acosar a las familias de rentas bajas a las que les cuesta llegar a fin de mes.

El "estamos en crisis" ha pasado a ser la excusa más utilizada por el sector empresarial para seguir haciendo impunemente sus barbaridades. Por eso, porque estamos en crisis, nos permitimos el lujo de ofertar puestos de trabajo con una formación de previa de 3 semanas sin remunerar. Y claro, te enseñan, te preparan y, cuando vas a entrar a trabajar, resulta que las llamadas han bajado y ya no necesitan incluir a más gente. La crisis, que no se puede planificar antes, claro.

Y ya no sólo es el tiempo que pierdes con una formación que no te remuneran. Además, es el tiempo que pierdes no buscando otro trabajo o no haciéndolo con la misma intensidad que si no tuvieras nada. Por no hablar de los madrugones, las clases de 6 horas todos los días, las comidas intempestivas, los conocimientos bancarios adquiridos para poder optar al puesto, los tests realizados para los que te tuviste que preparar durante días y, sobre todo, los eventos a los que no pudiste ir porque te coincidían con la formación.

Todo esto llega a sonar a choteo. Porque con la crisis todo vale. Encima debemos sentirnos afortunados porque, quizá, si se les ilumina la bombilla, puede que entremos dentro de un mes, cuando las llamadas sean más numerosas y estén hasta el culo (con perdón) de trabajo. Para dentro de un mes, cuando yo he hecho el esfuerzo para contar con una nómina ESTE MES. Cuando nos hemos dedicado en cuerpo y alma a este proyecto, ya que todos tenemos algo por lo que lo necesitábamos: hipotecas, alquileres, pagos atrasados, facturas pendientes, niños que mantener... En cambio, no. Y lo mejor es que te van preparando según pasan los días. Veamos el gráfico.

SEMANA 1:
"Estáis aquí porque vais a formar parte de Atención al Cliente de esta entidad (omitiremos las marcas). Os evaluaremos y empezaréis a trabajar en un mes. A menos que os vaya muy mal, lo más probable es que entréis todos".

SEMANA 2:
"Bueno, estamos mirando y todavía no sabemos cuándo os diremos quiénes entráis. Haréis unos tests y ya se os dirá en función del resultado. Pero en las últimas formaciones han entrado todos".

SEMANA 3:
"Chicos, os tengo que decir que quizá no haya puestos para los seis, depende del volumen de llamadas de este mes y de cómo vaya la centralita. Pero aun así, podéis estar en espera hasta que salga otra contratación que, teniendo en cuenta que incorporaremos más servicios pronto, puede ser enseguida..."

SEMANA 4 (mi favorita):
"Mmm, todavía no lo sabemos. El lunes (penúltimo día) os lo confirmamos. Pero tranquilos que no pasa nada".

RESULTADO FINAL: No ha entrado nadie. Ninguno de los seis.


Pero claro, como estamos en crisis, podemos aceptarlo todo. No podemos quejarnos porque quizá "en dos semanas, tres o un mes" nos volverán a llamar. Porque ya tenemos la formación y "eso es un trabajo ya adelantado sobre otros posibles candidatos". Porque al menos hemos aprendido información bancaria y sabemos del tema. Pero claro, a coste 0, muy bien está eso. Si hubiera querido que me mangonearan, me hubiera quedado sin terminar la carrera y cobrando mi sueldo de becaria o sin remuneración económica. Seguiría sin tener dinero para el alquiler, pero al menos estaría trabajando de lo mío.

Así que nada, vuelta a las colas, a echar currículos, a volver a prepararse las entrevistas, a la incertidumbre de ver cómo pagaremos el alquiler, al desfallecimiento cuando no sale nada. Pero claro, hay gente que está peor. Y no puedes quejarte porque como estamos en crisis...



P.S.: ¿Qué pasaría si dentro de dos semanas o así nos llamaran? Como somos imbéciles y necesitados, lo cogeríamos... Pero ahora, por lo pronto, la procesión va por dentro.